Viajar con nuestras mascotas puede ser una experiencia maravillosa y llena de momentos especiales, pero también requiere una planificación cuidadosa para garantizar el bienestar y la seguridad de nuestros peludos. Si estás pensando en emprender un viaje largo en carro hacia otra ciudad con tu perro o gato, aquí te contamos todo lo que necesitas tener en cuenta.
Alimento suficiente: Ya sea BARF, comida cocida al vapor o su concentrado habitual, empácalo en porciones prácticas.
Agua limpia y botella reutilizable
Comedero y bebedero portátiles (idealmente plegables)
Correa, arnés o collar con placa de identificación
Juguetes y objetos familiares: ayudan a reducir el estrés del viaje.
Manta o cama portátil
Bolsas para desechos (si es perro) o bandeja portátil y arena (si es gato)
Toallas húmedas o paños absorbentes
Documentación veterinaria y carné de vacunas al día
Botiquín básico veterinario
No los sueltes dentro del carro: Usa transportín, cinturón de seguridad especial para mascotas o redes divisorias.
Paradas frecuentes: Cada 2-3 horas, detente para que tu perro estire las patas, beba agua y haga sus necesidades. Si viajas con gato, ofrécele agua y un espacio tranquilo si usa transportín.
Nunca dejes a tu mascota sola en el carro cerrado, ni siquiera por pocos minutos.
Mantén la temperatura agradable: Ni muy frío ni muy caluroso.
No alimentes justo antes del viaje para evitar mareos. Ofrécele comida unas 3 horas antes de salir.
Habla con su veterinario si es propenso a los mareos o el estrés, podrían recomendar algún suplemento natural o medicamento.
Babeo excesivo o jadeo constante
Ladridos, maullidos o vocalizaciones persistentes
Intentos de escapar del transportín
Vómito o diarrea
Temblores o rigidez corporal
Pérdida del apetito
Si notas estos comportamientos, es mejor detenerte y calmar a tu mascota. Un paseo corto, contacto físico y su juguete favorito pueden ayudar.
Asegúrate de que el lugar donde te hospedes sea pet friendly.
Permite que tu mascota explore el nuevo espacio con calma y supervisión.
Mantén su rutina de comida y salidas lo más constante posible.
Viajar con tu mascota no tiene por qué ser complicado si te preparas bien. La clave está en la prevención, paciencia y cariño. ¡Haz del viaje una aventura inolvidable para ambos!